A una perrera de El Puig, en Valencia, les ha llegado un donativo del cielo. Un donante anónimo ha entregado nada más y nada menos que 274.482 euros, una cantidad más que de sobra para permitir una ampliación de las instalaciones y la compra de vacunas y piensos para mantener a los animales en las mejores condiciones posibles.
Aunque la ley española permite el sacrificio de canes a los 20 días de ser recogidos, en esta perrera no contemplan esa opción; por ello, los gastos de mantenimiento son aún mayores, y más ahora en época de crisis, ya que hay más abandonos y menos adopciones.
Esta vez, el dinero ha traído la felicidad a los trabajadores y, literalmente, le ha dado la vida a muchos perros.
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