En las oficinas de Facebook en Madrid no hay billares ni futbolines ni clavos en las paredes para colgar las bicis. El aspecto es absolutamente señorial, en pleno corazón económico de la capital. En la planta 18, en una pequeña sala, se aprecia por fin la enseña azul de una compañía que aglutina una marea de casi 700 millones de personas en todo el mundo, 15 de ellos en España. "El 50% de estos usuarios acceden diariamente a la red social", asegura Christian Hernández, director de Desarrollo de Negocios Internacionales de Facebook, que ha visitado Madrid para intervenir en Red Innova.
La compañía centró el foco de su estrategia inicial en atraer usuarios y, después, a las marcas. La tercera clave, ahora, son los desarrolladores. El factor tecnológico es vital en Facebook, hasta el punto de pensar en adquisiciones de compañías para incorporar ingenieros. "No nos planteamos adquisiciones de empresas de aplicaciones verticales. Si acometemos alguna compra de compañías es, principalmente, para incorporar el talento de los mejores ingenieros", concluye Christian.
Su aterrizaje coincidió con la reciente noticia de que la red social había experimentado descensos de audiencia en Estados Unidos, Reino Unido y Canadá. Lugares en los que más del 80% de los internautas está dado de alta en su servicio. Hernández considera que esos datos no son exactos. Según la herramienta interna de Facebook, los usuarios siguen creciendo. "Es la mejor red social. Nos falta todavía un poco. Lo ha dicho Mark Zuckerberg públicamente, que quiere llegar a 1.000 millones en todo el mundo. Hay muchos países donde seguimos creciendo y estamos volcados en conseguir esta misión", apunta Hernández, en cuya trayectoria profesional se cuenta haber pasado por Google y Microsoft en cargos similares.
Un pasado tecnológico que le hizo vivir el desplome de las puntocom en los noventa. Quizá por eso muestra escepticismo ante los indicios de salida a Bolsa: "Ya lo he visto una vez. Pasé por eso y hasta que no lo vea no lo voy a creer".
Cualquier cifra que se tome de Facebook resulta impactante. Con un total de 900 millones de páginas y grupos o eventos que dan como resultado 30.000 millones de piezas de contenido. Doscientos millones de personas juegan en la red social y ejecutan pequeños pagos, ya sea para abonar su granja virtual o para mejorar el restaurante ficticio. La empresa tiene una moneda propia que está evolucionando hasta el punto de convertirse en el estándar de transacción dentro del servicio: los Facebook Credits.
"Nació como una moneda virtual para que los usuarios realizaran pequeñas transacciones en los diferentes juegos. Era más sencillo con una moneda única. Ahora las marcas ofrecen más cosas. Una compañía promocionó el estreno de la película y para verla permitía pagar de esta manera. Cada día se suben miles de contenidos a la plataforma. Poco a poco, Facebook Credits se está convirtiendo en una moneda digital más amplia de lo pensado inicialmente", explica. Las compañías, de este modo, tienen la oportunidad de crear ingresos desde dentro del propio ecosistema.
Facebook podría considerarse como un país en sí mismo, en el que cientos de compañías operan. "Amazon, por ejemplo, en Estados Unidos tiene integrada su tienda con Facebook. Imagina poder entrar en la página y conocer los cumpleaños próximos de tus amigos, o los productos que tienen señalados como deseados, a través de un me gusta. Ebay lo integra para facilitar las compras de grupos entre amigos de manera automática. Además, todo tu círculo de amigos se informa sobre los productos adquiridos", expone con ilusión. Las posibilidades alrededor del llamado comercio electrónico social son innumerables.
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