Tomando medio kilo de fresas al día durante dos semanas, un grupo de voluntarios ha demostrado que comer esta fruta mejora la capacidad antioxidante de la sangre. El estudio, coordinado por investigadores de la Universidad Politécnica de la Marche (UNIVPM, en Italia) y de la Universidad de Granada (UGR), se acaba de publicar en la revista Food Chemistry.
Durante el experimento, los científicos suministraron a 12 voluntarios sanos 500 gramos diarios de fresas de la variedad ‘Sveva’ a lo largo de cada jornada. Tomando muestras de sangre a los 4, 8, 12 y 16 días, y un mes más tardecomprobaron que el consumo regular de esta fruta puede mejorar la capacidad antioxidante del plasma sanguíneo y la resistencia de los glóbulos rojos a su hemolisis (fragmentación) oxidativa. El equipo analiza ahora las variaciones cuando se ingiere menos cantidad de fresas (el consumo habitual suele ser una copa al día con 150 o 200 g). “Lo importante es que formen parte de una dieta sana y equilibrada, dentro de las cinco raciones diarias de frutas y verduras”, apunta Battino.
No es el único beneficio demostrado de la fresa. El pasado mes de abril una investigación de la Universidad Estatal de Ohio reveló que comer fresas previene el cáncer de esófago. Además, investigadores del Instituto Salk de Biología (EE UU) han comprobado que la fisetina, un flavonoide natural presente en la fresa, estimula la memoria a largo plazo.
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