A sus 84 años, el empresario Ramiro Carregal Rey, presidente del grupo conservero Frinsa de Ribeira, no sólo goza de una salud envidiable (su capacidad pulmonar aumentó un 10%) sino que mantiene una intensa actividad laboral.
Habida cuenta de su edad, resulta en principio sorprendente que Carregal tenga cotizados a la Seguridad Social nada menos que 81 años, con el mérito añadido de no haber estado de baja por enfermedad ni un solo día en toda su vida.
Pero, ¿cómo es posible que con 84 años tenga cotizados 81? "Muy sencillo", explica él. "Durante 18 años trabajé en dos empresas y coticé por ambas: Frinsa y la multinacional del sector metalúrgico Mensa".
Carregal presume además de no haber cogido vacaciones nunca: "Cuando era joven, no podía, porque tenía que trabajar mucho y me hacía falta el dinero para pagar las nóminas. Y ahora... es tarde".
El empresario recibe cada día en su despacho un informe de la actividad de la conservera Frinsa, que no para de crecer y generar empleo. El año pasado y a pesar de la crisis, aumentó su plantilla en 420 personas. En la actualidad, tiene 1.746 trabajadores y es precisamente con ellos con quienes Carregal quiere soplar las 50 velas de la factoría Frinsa el 27 de septiembre. Ese día, cada empleado recibirá dos regalos sorpresa.
Y como broche a este cincuentenario, Carregal confiesa que le haría especial ilusión recibir la Medalla al Mérito en el Trabajo, que ya ha solicitado al Gobierno. Una solicitud que en realidad ya había presentado hace unos años, pero que había retirado. ¿Por qué? "Porque no es lo mismo que Su Majestad El Rey le entregue la Medalla al Mérito en el Trabajo a un hombre de setenta y pico de años que de ochenta y pico", dice. "¿Y si te mueres antes?", le advertían sus amigos. "Pues mala suerte", respondía él.
Pero, con el cincuentenario de Frinsa ya a la vuelta de la esquina, no sólo Carregal pide la citada medalla; también lo hicieron varios sindicatos.
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