Adiós a los preservativos. A partir de ahora la capacidad de los ultrasonidos aplicados en los testículos para detener la producción de esperma podría desbancar al resto de métodos anticonceptivos en hombres, según sugiere un estudio que publica la revista Reproductive Biology and Endocrinology.
Aunque el potencial de los ultrasonidos como anticonceptivo masculino se conoció por primera vez hace 40 años, es ahora cuando la tecnología ha permitido a investigadores de la Universidad del Norte de Carolina (EE UU) aplicar ultrasonidos de alta frecuencia (3MHz) alrededor de los testículos para provocar el agotamiento de sus células germinales. En experimentos con ratones, los científicos demostraron que dos sesiones de 15 minutos de ultrasonidos, con dos días de diferencia y calentando los testículos a 37 grados centígrados, son suficientes para reducir la cantidad de espermatozoides a un nivel por debajo de lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera "fértil" -el 95 por ciento de los masculinos fértiles tiene más de 39 millones espermatozoides en la eyaculación-.
No obstante, a juicio de los autores, se necesitan más estudios para determinar cuánto tiempo dura el efecto del anticonceptivo y si es seguro utilizarlo varias veces. Lo que sí tienen claro es que, si funciona, podría ser el anticonceptivo masculino ideal: sería barato, duradero pero reversible, y con pocos o nulos efectos secundarios.
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