Rafael Nadal se clasificó para la final del Masters 1.000 de Miami (Estados Unidos) por tercera vez en su carrera después de ganar a un Roger Federer que apenas pudo instigar al número 1 del mundo. El balear se jugará el título ante Novak Djokovic, imbatido en lo que llevamos de año y su verdugo en Indian Wells.
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Así vivimos la semifinal entre Rafa Nadal y Roger Federer
Desde que disputaron sus dos primeros duelos con Miami como escenario, Nadal y Federer no habían vuelto a verse las caras en territorio estadounidense. En la tercera ronda de 2004 ganó el español (6-3, 6-3), en la final de 2005 Federer (2-6, 6-7, 7-6, 6-3, 6-1). Desde entonces, se han convertido en uno de los binomios más destacados de la historia de este deporte, que en Florida ha vivido su capítulo número 23. Un partido que acabó con victoria de Nadal por un marcador global de 6-3 y 6-2 tras una hora y dieciocho minutos de juego en un encuentro disputado en la Pista Central de Crandon Park.
El partido demostró desde el primer punto que sobre el tapete estaban, con permiso de Djokovic, los dos mejores tenistas del planeta. El nivel exhibido en sus primeros intercambios rayaron la perfección. Fue Nadal quien consiguió tomar ventaja antes del primer asueto en la silla merced a su presión al resto, obligando a Federer a jugar incómodos intercambios que no hicieron otra cosa en engrosar su nónima de errores no forzados (18 en el primer set) y aumentar su desespero. El break del balear cambió los esquemas del suizo, precipitado por momentos, inoperante ante el juego embaucador de Rafa, que no dio una sola bola por perdida, y que se mostró más ofensivo que en otras ocasiones, dejando golpes para el recuerdo como esos 'banana shot' marca de la casa. Rafa no sólo hizo acopio de unos números excelentes al servicio (cedió sólo dos puntos) sino que selló el primer acto a su favor con un nuevo break.
Solución rápida a un partido asequible
Federer se fue a la silla mirando a la grada, donde aguardaba la mirada de gesto fruncido de su técnico Paul Annacone y de su mujer Mirka Vavrinec, que veía cómo se le aguaba la fiesta de su 33º cumpleaños. El suizo protagonizó una tímida reacción en el comienzo del segundo acto, se metió en pista para golpear y meter presión a un Nadal muy firme desde el fondo de la pista. El balear tuvo que salvar una bola de break, suficiente toque para hacer saltar las alarmas. Rafa, muy concentrado y sólido en todo momento, ganó tres juegos consecutivos y tuvo una bola incluso para el 4-0 y servicio. El vistoso revés cruzado de Federer le mantuvo con opciones en el set, pero si irregularidad le impidió recuperar el terreno perdido. Un nuevo error de Federer en la red ofreció a Nadal el punto definitivo para poner el broche final a un partido que fue de más a menos y que tuvo claro sabor español.
El tenis es de los pocos deportes que permite a un jugador resarcirse de una derrota sólo unos días después de haberla sufrido. Eso es lo que le pasará a Nadal el próximo domingo (19.00 hora española), que tras sucumbir ante Novak Djokovic en la final de Indian Wells, podría tomarse 'vendetta' en Miami. Estos dos torneos no repetían final desde que en 1995 disputaran ambas Andre Agassi y Pete Sampras. Será el 25º enfrentamiento entre Nadal y Djokovic, números 1 y 2 del ranking en estos momentos. Por ahora domina el español por 14-8...
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