Científicos de Reino Unido, Polonia y Japón han descubierto que una proteína presente en el cerebro es responsable de la ansiedad que aparece como respuesta al estrés. El hallazgo se publica hoy en la revista Nature.
Según ha explicado Robert Pawlak, que ha dirigido la investigación desde la Universidad británica de Leicester, hasta ahora “se sabía que ciertos individuos son más susceptibles a los efectos dañinos del estrés que otros: aunque la mayoría de las personas experimentan algún suceso traumático en su vida, sólo algunas desarrollan problemas psiquiátricos como depresión, ansiedad o desórdenes de estrés postraumático", explica. El nuevo estudio revela que la clave de estas diferencias podría estar en el centro emocional del cerebro, la amígdala, que reacciona al estrés incrementando la producción de una proteína denominada neuropsina. Esta, a su vez, dispara una serie de reacciones químicas que, por turnos, hacen que la amígdala aumente su actividad.
En ensayos con ratones, los investigadores observaron que cuando los roedores se sentían estresados en un laberinto trataban de buscar zonas más seguras. Sin embargo, cuando las proteínas producidas por la amígdala eran bloqueadas, bien farmacológicamente o usando terapia génica, su comportamiento cambiaba y dejaban de buscar desesperadamente refugio. Los científicos llegaron a la conclusión de que la actividad de la neuropsina y de otras moléculas relacionadas determina la vulnerabilidad al estrés. “Sabemos que todos los componentes de la ruta de la neuropsina están presentes en el cerebro humano, por lo que deben jugar un papel similar”, añade Pawlak, que espera que la investigación conduzca al desarrollo de nuevos fármacos para prevenir la ansiedad y la depresió
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