Consumir arándanos podría ayudar a combatir la obesidad frenando el desarrollo de las células grasas (adipocitos), según un estudio de la Universidad de Mujeres de Texas en Denton (EE UU) que se ha dado a conocer en el encuentro Experimental Biology 2011 de la Sociedad Americana de Nutrición.
Los investigadores, sirigidos por Shiwani Moghe, analizaron el papel de los polifenoles de los arándanos en la diferenciación de los adipocitos, el proceso por el que las células no especializadas adquieren las características de estas células del tejido conectivo animal especializadas en sintetizar y almacenar grasa. Los polifenoles de las plantas combaten la adipogénesis, que es el desarrollo de células de grasa, e inducen la lipólisis, es decir, la descomposición de grasa.
El estudio se realizó en tejidos de ratones en cultivo. Los experimentos revelaron que el contenido en lípidos en el grupo control fue significativamente superior que en los tejidos que recibieron tres dosis de polifenoles de arándanos. La mayor dosis de polifenoles consiguió un 73 por ciento de disminución en lípidos y la menor una reducción del 27 por ciento.
"Aún necesitamos probar esta dosis en pacientes para comprobar que no existen efectos perjudiciales y que son eficaces”, afirma Moghe. “Establecer la mejor dosis para los humanos será importante”, añade, asegurando que es ya un hecho que los arándanos podrían ayudar a reducir la formación de tejido adiposo en nuestros organismo .
Estos nuevos resultados aumentan la lista de beneficios asociados con los arándanos, que ya han mostrado su capacidad de combatir la enfermedad cardiaca y el síndrome metabólico
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