Se dice que los celos son la enfermedad del amor; un sentimiento motivado por la desconfianza y el miedo a la infidelidad que muchas veces acaba en ruptura. Pero, ¿y si hubiera algún indicio de cuernos en una relación? Ante la duda, el 60% de los españoles prefiere mirar a escondidas el móvil de su pareja y así poner fin a todo tipo de sospecha, según un estudio elaborado por FriendScout24, plataforma de online dating.
Una chica habla por teléfono móvil, en una terraza de Barcelona. JULIO CARBÓ
El informe, elaborado entre un total de 2.500 hombres y mujeres, pone de manifiesto que en el ámbito sentimental los celos pueden perjudicar gravemente las relaciones de pareja. De ahí que el 51% de los encuestados reconozca haber sufrido un descalabro amoroso por las dudas infundadas de su, hasta entonces, media naranja.
Sin embargo, a pesar de que el 63% de los internautas no se considera una persona celosa, sí reconocen reaccionar de forma posesiva cuando le dan motivos para ello. Controlar las salidas de su pareja, ver por dónde se mueve o interrogarle cada noche cuando sale de fiesta son algunas de las actitudes más comunes.
Principal causa de celos
Los ex son la principal causa que aviva los celos en una pareja y más cuando se guarda una buena relación con ellos. Según la encuesta, 7 de cada 10 españoles reconoce haber sentido celos de algún ex, siendo partidarios del 'donde hubo fuego siempre quedan cenizas'.
Tras los ex, el estudio de FriendScout24 refleja que otro de los motivos para estar celoso es salir juntos de fiesta y que uno de los dos se pase horas hablando con desconocidos.
Los amigos también pueden llegar a provocar ataques de celos en una relación sentimental. El 35% de los encuestados cree que dedicar más tiempo entre semana a los colegas o hacer más planes con ellos de lo normal puede desembocar en un conflicto amoroso.
Finalmente, internet y los social media también son causa justificada para irritar a la pareja. Según el 15% de los encuestados, pasar horas y horas en el Facebook, conocer gente online o acudir a eventos convocados en las redes sociales, puede dar pie a discusiones conyugales alegando falta de atención.
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