Mucha gente dirá que el triunfador de las elecciones es el Partido Popular, otros dirán que la importancia que ahora tiene Bildu en el panorama político vasco no tiene precedentes y otros dirán que UPyD demuestra que dentro de 15 años quizá se convierta en alternativa de gobierno, pero quien, para mi, ha arrasado completamente es Francisco Álvarez Cascos. Fundó un partido en enero y en mayo ganó las elecciones autonómicas. Además, un pacto con los populares le pondría en el gobierno de la gran mayoría de sus municipios, de sus dos ciudades más importantes y le daría la presidencia de Asturias.
Todo empezó el verano pasado cuando Francisco Álvarez Cascos decidió que lo de abandonar Asturias a su suerte se había acabado, que lo de manipular al Partido Popular de Madrid era cosa del pasado y que, ya que el PP de Madrid no le daba ni bola era el momento de pasar a la acción en el único sitio donde le quieren: Asturias.
Cascos lo que tiene de reaccionario lo tiene de inteligente, fue capaz de llevar a un enano sin carisma a la Moncloa y supo desde el primer momento cómo ganar las elecciones. Al principio intentó presentarse por el partido de toda su vida: el Partido Popular. Al fin y al cabo era lo normal, había sido vicepresidente del Gobierno de España y Ministro durante siete años con el PP. Pero había un problema: aquí en Asturias algunos querían ajustar viejas cuentas pendientes y, sobre todo, alguno se iba a resistir a que le quitasen el poder que llevaba 20 años luchando por conseguir.
La historia de Cascos y la política asturiana viene de muy lejos. En sus inicios fue concejal en Gijón y desde que llegó a liderar el PP intentó dirigir lo que pasaba en Asturias. En el año 1999 el PP ganó por primera y única vez las elecciones en Asturias. El delfín de Cascos, Sergio Marques, había conseguido arrebatarle a los socialistas la presidencia en una autonomía tremendamente de izquierdas, pero, sorprendentemente, se armó la marimorena al año siguiente no se sabe muy bien por qué y el PP volvió a la oposición. Lo que se decía en su momento es que a Marques no le gustaba que Cascos se casase de nuevo con una chica 20 años más joven que él y que Cascos le imponía lo que tenía que hacer desde Madrid, así que Marques se fue del PP y formó la Unión Renovadora Asturiana que siguió gobernando hasta 2003. Desde entonces y hasta ahora URAS es un partido irrelevante y el PSOE está en el gobierno.
Una gran parte de los diputados y concejales del PP se fueron con Marques porque "consideraron un ultraje" (ejem) que el PP no se pudiese gobernar desde Asturias y, sobre todo, porque vieron una forma de obtener más protagonismo de cara a las siguientes elecciones.
Desde entonces y hasta el año pasado a Cascos no se le vio por aquí. Tenía su domicilio, su familia y su vida en Madrid y aquí no venía ni a ver el mar, pero el verano pasado se le metió entre ceja y ceja ser el Presidente del Principado. Como el alcalde de Oviedo, que gobernaba con mayoría absoluta desde la época de los romanos, vio que Cascos y él serían dos gallos para un mismo corral, decidió defenderse. Pero lo cierto es que a Mariano Rajoy tampoco le gustaba mucho la idea de tener a Cascos de líder político en Asturias porque podía hacerle sombra y es que, no nos engañemos, si Cascos quiere decir que Rajoy es gilipollas, lo va a decir.
En esa batalla un gran número de alcaldes y líderes municipales del Partido Popular se pusieron del lado de Cascos y muy pocos del lado de Gabino, sin embargo, el PP decidió que una completa desconocida, cuyo mayor mérito es ser concejala de educación del Ayuntamiento de Oviedo, fuese la candidata por delante de Cascos.
Cascos se lo tomó como un insulto y se fue, fundó su propio partido, FAC (Francisco Álvarez Cascos). El primer día muy pocos se dieron de baja, lo que Gabino mostró como una muestra de la poca importancia de Foro Asturias, sin embargo, el número de bajas fue sostenido durante muchos meses. Cascos había establecido un calendario para estar todos los días en los medios. Es una estrategia muy inteligente: se pueden dar de baja 300 concejales en un día o 3 concejales cada día durante 100 días. Lo primero es un golpe publicitario importante, pero sería publicidad de un día y además daría tiempo al PP a diseñar una estrategia contraria. Lo segundo es mucho más interesante porque consigues que los medios hablen de ti todos los días durante tres meses, algo que no harían de otra forma porque no tienes representación, y además impides que el PP pueda contraatacar porque cuando lo intenten será demasiado tarde.
Otro factor a su favor fue un "nacionalismo" sobrevenido. Cualquiera que haya vivido en Asturias (o que haya visto una carrera de Fórmula 1) sabe que la gente en Asturias, tanto de derechas como de izquierdas, se siente muy asturiana y eso Cascos decidió aprovecharlo. Empezó a hablar de Jovellanos, de que Asturias es un país, de que en Madrid nos marginan y de que ya es hora de que un partido vaya a Madrid y tenga grupo parlamentario propio. Con ese discurso victimista consiguió aglutinar a la mitad de la derecha en torno a él y dejar al PP en prácticamente nada.
Con esta estrategia Cascos no sólo se convertirá en el próximo presidente del Principado, si no que ha conseguido vengarse de Gabino, quien había forzado su salida del partido. Ahora Gabino, quien llevaba 20 años con mayoría absoluta en Oviedo, necesitará a Cascos para gobernar y esto sí que es inesperado. Gabino es el típico político que nadie se espera que vaya a perder y que crees que tiene un gran número de fieles seguidores en su ciudad, pero, contra todo pronóstico... al final no fueron tan fieles.
Sobre las políticas que llevará a cabo supongo que hablaré mucho dentro de unos meses así que, de momento, esto es todo.
PD: Si las elecciones de hoy hubiesen sido generales, FAC habría conseguido dos escaños y se hubiese quedado a uno de formar grupo parlamentario propio.
PD2: No entres en la página de la Wikipedia de Cascos. Es un publirreportaje lleno de errores.
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