domingo, 25 de marzo de 2012
Si dejamos de financiar a la Iglesia podríamos jubilarnos a los 60 años
Ser críticos con los sindicatos, desde un punto de vista constructivo, es beneficioso porque todos queremos mejores sindicatos, más independientes, combativos, horizontales, necesitamos un sindicalismo mejor, que aprenda de sus errores, que avance en la conquista de nuestros derechos y eso es tarea tanto mía como de todos los demás trabajadores. Echamos la culpa a los sindicatos sin ser conscientes de que los sindicatos surgen como organizaciones de trabajadores que defienden sus derechos de forma colectiva, no son empresas de servicios que funcionen bien o mal. Quien critica y no hace nada porque mejoren está siendo bastante insensato. Y por supuesto, la derecha no critica, porque su afán no es que los sindicatos cambien y mejoren, su objetivo es destruirlos porque son el único escollo que queda en su camino para la explotación total. Muchos de los que despotrican gratuitamente contra los sindicatos lamentablemente van a terminar por echarlos mucho, mucho de menos como la derecha cumpla sus planes. ¿Vamos a tener por fin dos dedos de frente los trabajadores o seguiremos tirándonos piedras a nuestro propio tejado?
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