La siempre delgada Katherine Hepburn lo decía: «Lo que ves ante ti es el resultado de toda una vida comiendo chocolate». Y puede que tenga razón, al menos según las últimas pesquisas científicas. Sabíamos que su consumo protegía el corazón, que podría ser el mejor antidepresivo comestible e incluso que tenía propiedades antienvejecimiento. A cambio, había que asumir que ese placer tan saludable engordaba. Pero, quizá, ni eso. Un estudio de la Universidad de California afirma que los adultos que toman chocolate de forma habitual están, de hecho, más delgados que aquellos que no lo hacen.
Este nuevo dato se publica en la revista «Archives of Internal Medicine» y los resultados se basan en un estudio con 1.018 hombres y mujeres con una media de edad de 57 años. Ninguno de ellos tenía problemas cardiovasculares, diabetes o colesterol «malo». A estos voluntarios se les preguntó cuántas veces comían a la semana chocolate y se les calculó el índice de masa corporal, la fórmula matemática que tiene en cuenta la altura y el peso para determinar si hay sobrepeso. De media, todos los participantes lo tomaban dos veces a la semana y hacían ejercicio casi cuatro a la semana
La hipótesis de partida de estos investigadores era que el consumo de chocolate de forma moderada y regular podía tener un efecto neutro en el peso. Y el resultado fue sorprendente, mejor del esperado. Los adultos que consumían chocolate con mayor frecuencia tenían un índice de masa corporal más bajo que el resto.
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