“Necesitaba un tiempo en soledad después de una ceremonia muy emotiva. Está pasando por un mal momento”, asegura la versión oficial de los Houston. Sin embargo, según han confirmado a la web ‘The Daily Beast’ fuentes cercanas a la familia, “todos se estaban volviendo locos porque Bobbi Kristina no contestaba al móvil”.
Nadie sabe donde pasó la noche, ni siquiera su abuela Cissy, madre de Whitney Houston, con la que está muy unida. “Nadie admitirá en público un problema con las drogas, pero llevan tratando de mantenerla sobria desde antes incluso de que Whitney falleciera”, aseguró la misma fuente a la página estadounidense, donde apunta que la joven pasó la madrugada “consumiendo drogas para mitigar el dolor”.
De hecho, se rumorea que la familia pensaba ingresar en una clínica de rehabilitación a la joven, de sólo 18 años, según terminasen los actos relacionados con el deceso de su madre.
Aún resuenan con fuerza en los medios de comunicación estadounidenses las imágenes publicadas hace un año por ‘The National Enquirer’, en las que se apreciaba como Bobbi Kristina esnifaba, presuntamente, cocaína en compañía de unos amigos. Aunque la entonces menor aseguró que se había tratado de “una trampa”, no le quedó más remedio que entrar en un programa de tratamiento de adicciones.
Bobbi Kristina es la única hija de Whitney Houston y estaban muy unidas. Antes que fallecer, la protagonista de ‘El Guardaespaldas’ estaba grabando junto a ella el disco que la lanzaría oficialmente como cantante.
Por lo que cuentan los ex empleados de la artista, como su antiguo chófer Al Bowman, siendo una niña acompañaba a su madre a los guetos para comprar droga, que consumía delante de ella mientras ‘Krissy’, como la conocen familiarmente, “jugaba con una muñeca”.
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