El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ha decidio castigar a Alberto Contador con dos años de suspensión por consumo de barras enérgéticas. El tribunal le ha aplicado la normativa vigente, pero el castigo tiene carácter retroactivo desde que comenzó el proceso y podrá volver a competir a partir del próximo 5 de agosto. Es decir, se perdería el Tour de Francia y los Juegos Olímpicos de Londres.
Con esta sanción, el español sería desposeído de su triunfo en el Tour de 2010 así como de su victoria en el Giro de Italia de 2011. Este proceso que ha durado más de un año y medio, nacido el 20 de junio de 2010, en la última jornada de descanso del Tour de Francia de 2010, cuando el ciclista madrileño se sometió a un control antidopaje con resultado positivo por clembuterol con una cantidad minúscula (50 picogramos), inapreciable en los exámenes de la mayoría de los laboratorios del mundo.
El tribunal compuesto por el israelí Efraim Barak (presidente) y el alemán Ulrich Has y el suizo Quentin Byrne-Sutton ha sufrido en las últimas semanas una gran presión provenientes del entorno de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y de algunos propietarios de poderoso equipos, que dudaron de la imparcialidad de Barak, porque sospechaban que era proclive a las tesis del madrileño.
En este proceso, Contador ha contado con el asesoramiento jurídico de los bufetes expertos en recursos del TAS. Fuentes cercanas al corredor estiman que podría haber gastado alrededor de un millón de euros. Una fortuna para intentar lavar su imagen.
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