miércoles, 8 de febrero de 2012

CAMBIOS EN WINDOWS 8

No quedan dudas de que Windows 8 será de lejos la apuesta más ambiciosa de Microsoft en los últimos años. Los cambios son demasiado importantes, y la opinión de los usuarios (sea a favor o en contra de ellos) se está haciendo escuchar. Entre las últimas novedades, tenemos a la versión beta, que posiblemente salga antes de fin de mes, pero la alteración más drástica que apareció en el último build es la ausencia del clásico botón de inicio. ¿Apenas una prueba, o la confirmación de que Windows 8 será “a Metro o nada”?

Este es el año, damas y caballeros. Las mentes maestras de Redmond entregarán una nueva versión de Windows en la segunda mitad de 2012, con muchas fuentes apuntando a octubre como el mes elegido. Hemos explorado en gran medida al Preview de Windows 8, incluyendo cosas como su instalación en entornos virtuales, y algunos trucos para ir en contra de algunas de las propuestas de Redmond con este sistema operativo. El lanzamiento de la beta pública durante febrero está confirmado desde diciembre pasado, pero Microsoft ya ha prometido cambios muy importantes entre aquel Preview de septiembre de 2011 y este nuevo build. Los indicios de que la beta está cada vez más cerca nuestro se han manifestado en diferentes lugares, incluyendo al buscador Bing, que enseñó brevemente a un viejo conocido: El pez Betta.

Por otro lado, no podemos dejar de mencionar que el reciente build 8220, bautizado “Windows 8 Consumer Preview”, presentó un cambio radical en la interfaz clásica. El botón de inicio u “orbe” como lo llaman en Redmond, se ha evaporado en el aire. En caso de presionar Ctrl+Esc para invocarlo, el usuario ahora verá una versión en miniatura del menu de inicio Metro. Al mismo tiempo, Metro también ha sido modificado, incluyendo nuevos esquemas de colores, barras de aplicaciones, y nuevos iconos adaptándose al nuevo estilo. Metro continúa siendo, por un amplio margen, el punto más controvertido en Windows 8. Mientras que una importante cantidad de usuarios ha recibido con buenos ojos a la nueva interfaz, aquellos que prefieren una experiencia clásica y ya conocida han estado arrojando maldiciones a diestra y siniestra.

La beta de Windows 8 tendrá una misión gigantesca, que es la de convencer a los escépticos de que el salto a Metro es lo mejor tanto para los usuarios como para el futuro del sistema operativo. Tras todos estos meses, mi opinión sobre Metro no ha cambiado: Tiene un potencial enorme entre los dispositivos móviles, pero honestamente no le veo lugar alguno en un ordenador convencional de escritorio. Esperamos con ansias a la beta pública, y si me hiciera cambiar de opinión no dudaré en decirlo. También habrá otros aspectos críticos para explorar, como es el del rendimiento y la compatibilidad de hardware. Microsoft parece haber hecho bien su tarea en esos campos, pero dejaremos a la beta la responsabilidad de probarlo.

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