Empleados de la cadena alemana de supermercados de descuento Aldi grababan sistemáticamente imágenes de vídeo de clientas con falda corta o escote generoso, según revela el semanario alemán Der Spiegel en su nueva edición.
Añade que los encargados de esos comercios dirigían las cámaras de control remoto con el uso del zoom cuando esas clientas se inclinaban para tomar algún producto de las cámaras congeladoras o se agachaban ante alguna estantería.
La revista destaca que los jefes de esas tiendas, que controlan las cámaras de seguridad, grababan en CDs las imágenes, que luego se intercambiaban entre colegas de localidades como Fráncfort, Duisburgo y otras del estado de Hesse, en el centro del país.
En una respuesta por escrito a preguntas del semanario, la dirección de la cadena de supermercados de descuento señala que "no se puede descartar el comportamiento erróneo de algún empleado aislado".
"En el caso de que se tenga conocimiento por parte de la dirección de algún abuso, este será investigado inmediatamente, prohibido y tendrá las adecuadas consecuencias disciplinarias", agrega la nota.
Der Spiegel señala que, tras el escándalo en 2008 por las operaciones de vigilancia con vídeo de sus empleados, Aldi ha pasado de controlar la zona comercial de sus tiendas a la sección de las cajas de pago, lo que legalmente resulta polémico.
Revela también que empresas de detectives contratadas por Aldi han llegado a instalar pequeñas cámaras de vídeo, no solo en el área comercial abierta a los clientes, sino en los espacios reservados exclusivamente a los empleados y sin su conocimiento.
En su respuesta a Der Spiegel, Aldi asegura que las cámaras instaladas en la zona de cajas de ninguna manera permiten ver las claves que los clientes utilizan para activar sus tarjetas de crédito o débito y que su colocación obedece únicamente a la prevención del riesgo de atraco.
Añade que los encargados de esos comercios dirigían las cámaras de control remoto con el uso del zoom cuando esas clientas se inclinaban para tomar algún producto de las cámaras congeladoras o se agachaban ante alguna estantería.
La revista destaca que los jefes de esas tiendas, que controlan las cámaras de seguridad, grababan en CDs las imágenes, que luego se intercambiaban entre colegas de localidades como Fráncfort, Duisburgo y otras del estado de Hesse, en el centro del país.
En una respuesta por escrito a preguntas del semanario, la dirección de la cadena de supermercados de descuento señala que "no se puede descartar el comportamiento erróneo de algún empleado aislado".
"En el caso de que se tenga conocimiento por parte de la dirección de algún abuso, este será investigado inmediatamente, prohibido y tendrá las adecuadas consecuencias disciplinarias", agrega la nota.
Der Spiegel señala que, tras el escándalo en 2008 por las operaciones de vigilancia con vídeo de sus empleados, Aldi ha pasado de controlar la zona comercial de sus tiendas a la sección de las cajas de pago, lo que legalmente resulta polémico.
Revela también que empresas de detectives contratadas por Aldi han llegado a instalar pequeñas cámaras de vídeo, no solo en el área comercial abierta a los clientes, sino en los espacios reservados exclusivamente a los empleados y sin su conocimiento.
En su respuesta a Der Spiegel, Aldi asegura que las cámaras instaladas en la zona de cajas de ninguna manera permiten ver las claves que los clientes utilizan para activar sus tarjetas de crédito o débito y que su colocación obedece únicamente a la prevención del riesgo de atraco.
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