La inyección intra-citoplasmática de un espermatozoide en el ovocito (ICSI) es una técnica de reproducción asistida que cada vez se utiliza más cuando un miembro de la pareja tiene problemas para concebir por métodos naturales. En el caso del varón, la técnica de ICSI puede permitir la fecundación del ovocito a pesar de que los espermatozoides sean escasos o tengan problemas de motilidad. Sin embargo, es necesario mejorar la calidad del ADN espermático para un desarrollo genético óptimo en el embrión. Algunos espermatozoides pueden tener su ADN fragmentado, y su proporción suele ser más elevada en los varones con infertilidad. Si el espermatozoide transmite ADN fragmentado, esto da lugar a un riesgo de pérdida del embrión.
Ahora, un estudio español publicado en la revista Fertility and Sterility acaba de revelar que si el varón mantiene periodos de abstinencia de eyaculación cortos, provocando eyaculaciones más frecuentes, se reduce la proporción de espermatozoides con ADN fragmentado. Hasta ahora, en los centros de reproducción asistida se trataba de reducir la presencia de espermatozoides con fragmentación del ADN, recomendando a los varones mantener de 3 a 4 días de abstinencia sexual antes realizar una inseminación, aunque no esaba claro que la medida mejorara las tasas de fertilidad.
A la segunda va la vencida
Concretamente, los investigadores han comprobado que la reducción media de la fragmentación del ADN que se consigue en una selección espermática sobre muestras obtenidas tras un periodo de abstinencia de tres días, es de aproximadamente el 22%; mientras que si en los mismos individuos se obtiene una segunda muestra provocando una nueva eyaculación tan solo tres horas después, la reducción se acerca o incluso supera el 50%. Y, por lo tanto, es más fácil conseguir el embarazo.
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