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Parece una versión antagónica de lo que le ocurrió a Javier Arenas hace semanas con su borrador para la declaración de la renta. Si al candidato del Partido Popular le dieron por muerto, en Madrid ha sucedido lo contrario al llegar un borrador a un ciudadano que falleció hace 20 años.
"No es sólo que esté a su nombre sino que además está en catalán pese a que está enviado desde una delegación de la Agencia Tributaria en Madrid", afirma E. S. Q., hijo del afectado.
"No tenemos familiares en Cataluña ni tampoco hemos tenido bienes allí nunca. Lo más cercano es que yo trabajo en una empresa de allí", comenta con algo de sorna este abogado, que remarca que, paradójicamente, aún no ha recibido su borrador de la declaración.
Fuentes de la Agencia Tributaria han afirmado que el error, que han calificado de "poco afortunado", se debe probablemente a "un problema de identificación del contribuyente".
También han recordado que este tipo de "errores son muy poco comunes". Por ejemplo, en el caso del que sucedió a Javier Arenas se trató tan solo de 25 contribuyentes afectados de un total de 22 millones de borradores enviados.
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