¿A quién molesta Ikea? La colocación y estallido de una serie de artefactos de fabricación casera en cuatro tiendas de la cadena sueca de distintos países hace saltar las alarmas. El último ha hecho explosión este viernes en Alemania.
La pasada semana se produjeron atentados similares contra filiales de la cadena sueca de muebles Ikea en Bélgica, Holanda y Francia.
Este viernes le tocó el turno a la tienda que esta firma posee en la localidad alemana de Dresden.
En poco más de una semana, cuatro atentados similares de baja intensidad en cuatro países distintos. No es casualidad. Sin ser alarmistas, la pregunta que rápidamente se le viene a cualquiera a la cabeza es: ¿dónde será el próximo?.
Las repercusiones económicas que estas acciones pudieran tener para la firma sueca de mobiliario de bajo coste está por ver, dado que de tener continuidad estos ataques podrían disuadir de acudir a sus filiales a no pocos potenciales clientes.
Fabricación casera y poca potencia
El explosivo que estalló en Dresden era de fabricación casera, según informó hoy la policía local.
La explosión, que se produjo ayer por la tarde, en esta localidad al este de Alemania, causó lesiones traumáticas por el fuerte sonido de la detonación a dos personas de 32 y 41 años que se encontraban en el comercio.
El artefacto estalló en la sección expositora de muebles de cocina, donde destruyó varias piezas y dañó el suelo del edificio.
La policía, que ha abierto una investigación, señaló que no se ha encontrado hasta el momento ningún mensaje que asuma la autoría del atentado.
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