Cuando nuestra autoestima se ve amenazada, tendemos a comprar más y a “tirar” de la tarjeta de crédito para realizar los pagos, según revela un estudio publicado en la revista Social Psychological and Personality Science (SPPS). Los investigadores, de la Universidad de Cornelll (EE UU), aseguran que cuando nuestro ego se siente amenazado porque hacemos mal una tarea, o porque alguien nos dice que le hemos decepcionado, tendemos a hacer gastos con la tarjeta de crédito, especialmente para adquirir productos caros o “de lujo”.
¿Significa eso que sentirnos amenazados hace que veamos una compra con nuevos ojos? ¿O quizás adquirir un objeto lujoso consigue reparar nuestra autoestima dañada? Los psicólogos se decantan por la segunda opción y advierten que estas compras resultan efectivas para reafirmarnos psicológicamente. Además, piden cautela ya que, en ciertas circunstancias, las personas con un nivel socioeconómico bajo pueden tender a hacer compras a crédito que no se pueden permitir para sentirse mejor a corto plazo, con consecuencias desastrosas a la larga.
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