A la cadena de hipermercados también se le imputa venta a pérdidas y comisiones recibidas de sus proveedores.
Una primera sentencia, de junio de 2007, condenó a Carrefour a pagar dos millones por publicitar productos de los que disponía de poca cantidad.
Con este nuevo dictamen, además, se obliga a la empresa a devolver al Tesoro Público 18,3 millones de euros, que serán reembolsados a sus proveedores.
El grupo francés ya ha anunciado que recurrirá la sentencia.
El Tribunal de Apelación estimó que teniendo en cuenta el peso del grupo, las 16 empresas afectadas no pudieron compensar esas sumas en sus tarifas, por lo que fueron sus márgenes los que se vieron reducidos.
El grupo hizo saber que va a recurrir todos los puntos de la sentencia y destacó que "las prestaciones negociadas eran reales y correspondían a servicios efectivamente prestados", además de precisar que las remuneraciones recibidas se elevaron a 2,4 millones de euros y no a esos casi 18 millones.
Carrefour añadió que los acuerdos eran conformes al principio de la libertad de precios y fueron fruto de una negociación libre entre las partes, y dejó constancia de que esos proveedores no fueron quienes cuestionaron la realidad de esos pactos, examinados por la Dirección General del Consumo, la Competencia y la Represión del Fraude.
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