Telefónica ha dejado desde ayer de subvencionar los teléfonos móviles a sus clientes, lo que ha pintado una sonrisa en los dos principales fabricantes de telefonía móvil china: ZTE y Huawei.
El motivo es que las ambas compañías saben que su baza principal es el precio, y, a partir de ahora, los clientes van a pensarse mucho en qué equipo se gastan el dinero.
“Ni loco me gastaría 700 euros en un Samsung Galaxy II o en un iPhone. Cuando Movistar los subvencionaba, por su puesto que sí hubiera aceptado cualquiera de los dos teléfonos, y eso a sabiendas de que lo que me estaban regalando por un lado me lo estaban quitando por el otro en las tarifas. A partir de ahora, tendré que buscar marcas más baratas, aunque no renunciaré nunca a tener un smartphone”, asegura Antonio, ex cliente de Movistar.
Y ése es precisamente el as en la manga de ZTE y Huawei. Son capaces de fabricar teléfonos inteligentes a precios competitivos y, lo más importante, con una gran calidad.
En equipos que hacen prácticamente lo mismo desde el punto de vista del software (mismo sistema operativo) y el hardware (velocidad del procesador, cámara de fotos, duración de la batería…), la diferencia en precios puede suponer en algunos casos pagar unos 200 euros menos por un terminal.
De hecho, ZTE ya ha logrado posicionarse como el cuarto fabricante del mundo por unidades vendidas, éxito que se ha debido en gran medida a la calidad y precio de sus productos, y también a un mercado global en el que los operadores han ido paulatinamente dejando de subvencionar terminales móviles -pese a que en España sea una novedad- y el usuario se ha visto abocado a pagar el teléfono.
“Que Telefónica deje de subvencionar móviles nos pone en una clara posición de ventaja porque tenemos los precios más ajustados del mercado de la telefonía”, aseguran desde ZTE.
“Es indiscutible que tenemos mucho que decir. ¿El motivo? Nuestros precios. Vamos a ver qué sucede, pero sabemos que vamos a salir ganando”, añaden desde Huawei.
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