El yerno del Rey, Iñaki Urdangarin, está compareciendo el sábado ante el juez que investiga el presunto desvío de fondos públicos en una fundación sin ánimo de lucro que presidió, en un caso que ha dañado la imagen que los españoles tienen de la monarquía.
Poco antes de las nueve de la mañana, el marido de la infanta Cristina, segunda hija de los Reyes de España, llegó a declarar en el juzgado de instrucción número 3 de Palma de Mallorca, que dirige el juez José Castro, ante una gran expectación, con calles acordonadas, fuertes medidas de seguridad, una manifestación y centenares de periodistas.
"Comparezco hoy para demostrar mi inocencia, mi honor, mi actividad profesional. Durante estos años he ejercido mis responsabilidades y he tomado decisiones de manera correcta y con total transparencia", dijo a los periodistas a su llegada al juzgado.
"Mi intención en el día de hoy es aclarar la verdad de los hechos y estoy convencido de que la declaración de hoy contribuirá a demostrarlo. Muchísimas gracias", agregó el primer miembro de la familia real implicado en un caso de corrupción.
A unos metros de la puerta del juzgado un grupo de personas protestaron ondeando banderas republicanas y pancartas independentistas, algunas con lemas como "Nóos han robado", un juego de palabras en referencia a la fundación que presidía el yerno del Rey.
La declaración del yerno del Rey, que fue increpado a su entrada al juzgado, se prolongaba durante horas con un par de recesos a media mañana y para comer, y no estaba claro cuándo terminaría.
El juez decano de Palma de Mallorca había autorizado en la víspera que Urdangarin llegara al juzgado en coche "con carácter excepcional, y por estrictas razones de seguridad", pero el duque de Palma, acompañado por su abogado, Mario Pascual Vives, decidió hacer el recorrido a pie como el resto de imputados.
El duque de Palma, que había proclamado su inocencia mediante un comunicado y a través de su abogado, no había hecho declaraciones desde que el caso estalló.
Urdangarin, ex jugador profesional de balonmano, está imputado por las actividades de la Fundación Nóos, la entidad sin ánimo de lucro de la que fue presidente entre 2004 y 2006 y que está siendo investigada por recibir presuntamente elevadas sumas de dinero público del Gobierno balear y desviarlas después de forma fraudulenta.
El "caso Babel" está enmarcado en el de "Palma Arena", que aborda el presunto enriquecimiento ilícito de Jaume Matas durante los dos períodos (1996-1999 y 2003-2007) en que fue presidente balear, y ha sido dividido en piezas para facilitar su instrucción.
Antes de que se concretara su imputación, la Casa del Rey apartó al duque de Palma de las actividades oficiales de la institución a finales de 2011 y detalló públicamente su presupuesto en un intento por evitar que el presunto caso de corrupción afectara aún más a la imagen de la Familia Real.
A pesar de que la monarquía ha sido tradicionalmente una de las instituciones más valoradas por los españoles, en el estudio de octubre del Centro de Investigaciones Sociológicas no logró el aprobado y sacó una nota de 4,89 sobre 10, superada por las Fuerzas Armadas y los medios de comunicación.
El rey Juan Carlos hizo una clara alusión al caso en el que se ha visto envuelto su yerno, señalando en su tradicional mensaje de Navidad que "la justicia es igual para todos".
"Cuando se producen conductas irregulares que no se ajustan a la legalidad o a la ética, es natural que la sociedad reaccione. Afortunadamente vivimos en un Estado de Derecho, y cualquier actuación censurable deberá ser juzgada y sancionada con arreglo a la ley. La justicia es igual para todos", dijo en su mensaje anual a la nación en Nochebuena.
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