Tu forma de hablar, de pestañear, de moverte, de vestir, de peinarte, de mover las manos, de decir y de no decir, de bajar la mirada, de beber o por supuesto, de sonreír, condicionan tu vida.
La doctora en sociología Catherine Hakim ha escrito recientemente un libro bajo el título Capital erótico. El poder de fascinar a los demás (Debate) donde pone de manifiesto la unión entre el éxito en la vida y este capital que para ella va desde "la sala de reuniones hasta el dormitorio". Está claro que todos los componente que enunciábamos dibujan la imagen que los demás se forman de ti, sin embargo, quizás no sepas hasta qué punto es un factor de relieve en tu vida diaria y cómo puede afectarte a la hora de encontrar un empleo.
Normalmente se habla del capital económico de alguien, de su capital social o de su capital cultural sin hacer mención especial de ese erotismo o poder de fascinar a los demás que Hakim denomina 'capital erótico' y que este ensayo desgrana como una llamada a la revolución (femenina en gran parte).
¿Exactamente qué es?
Lo más importante es entender que no está compuesto de un sólo elemento como, por ejemplo, la belleza facial o un cuerpo escultural. Así, bien puede decirse que el capital erótico es "polifacético". Además varía según las culturas y según los gustos personales. Es "una combinación de elementos estéticos, visuales, físicos, sociales y culturales". Para Hakim, a la que se unen opiniones de diversos estudios recientes, el capital erótico está compuesto de los siguientes factores:
1. El atractivo: que puede ser adquirido pero a veces no lo es tanto. De hecho, algunas personas nos resultan atractivas y sin embargo no son especialmente guapas. El acierto con que cuidan su imagen: ropa, corte de pelo, postura... hace que nos llamen la atención, que nos atraigan.
2. El atrctivo sexual: no tiene por qué estar unido a la belleza facial y sí más a una cuestión de cuerpo. Éste no puede ser estático, por lo que no puede apreciarse en una foto, ya que reside en la forma de moverse, hablar y actuar.
3. Las habilidades sociales: es el carisma que cada uno posee. Hace referencia al don de gentes, al encanto, a hacer que los demás se sientan bien... Es uno de los elementos más difíciles de aprender y desde luego, no es universal.
4. La vitalidad: Hakim la define como la mezcla de buena forma física, energía social y buen humor. ¿Cuántas veces hemos escuchado eso de "me conquistó porque me hace reír"? Y aunque no lo parezca también son personas muy necesarias en cualquier empresa para limpiar el ambiente y aliviar tensiones. En los grupos de amigos son "el alma de la fiesta" como se suele decir.
5. La presentación social: gira en torno al modo de vestirse, de maquillarse, de peinarse y de todos los complementos o accesorios que nos acompañan. "Quien domine el arte de la presentación social, y sepa vestirse para cada ocasión, tendrá mayor atractivo que quien dé una imagen más propia de un indigente", señala textualmente la socióloga.
6. La propia sexualidad: en este campo está comprendido por la imaginación y la creatividad, los juegos, la energía sexual.... Como matiz decir que una líbido alta no es una garantía de competencia sexual, aunque con la experiencia es algo que puede mejorar. Es probablemente el aspecto que más sorprenda de la persona, ya que a primera vista la intuición puede fallar.
7. La fertilidad: sólo para algunas culturas es un elemento más, exclusivo en este caso para las mujeres.
¿Buscas trabajo? Recurre a tu capital erótico
Tienes una licenciatura, dos másters y bastante experiencia laboral y sigues buscando a qué curso apuntarte o qué otra carrera estudiar para poder encontrar un trabajo nuevo. Algo parecido pasa si no tienes un capital cultural muy amplio (si no tienes estudios), probablemente es lo primero que buscarás subsanar sin pensar en todo el tiempo que puede llevarte. Pero, para Hakim estás desperdiciando el que podría ser tu gran recurso: tu capital erótico.
También a quien busca trabajo se le suele aconsejar que recurra a su red social, es decir, a sus contactos, sin embargo, nadie aconseja que "actualizar la imagen y el estilo pueden tener la misma eficafia". Es bueno porque te pone en marcha y te ayuda a preparar uno de los factores fundamentales para ser contratado: la entrevista.
Analízate, mírate al espejo, intenta hablar con naturalidad pero procura adecuarte a la situación, elije tu vestuario a conciencia para no fallar y resaltar tu fuerza, cuida tu peinado, sé optimista y ve lleno de energía. Deben por un momento desear tenerte.
Eso justo es lo que les pasa a todas esas personas cubiertas con un halo de éxito en todos los aspectos de su vida y que explotan su capital erótico al máximo sin que probablemente te hayas dado cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario