Los videojuegos activos de la Wii, aquellos con los que se puede bailar o practicar deportes como el boxeo o el golf, no ayudarían a los niños a satisfacer las necesidades diarias de ejercicio. Así lo advierte un estudio de la Escuela de Medicina Baylor, en Houston (EE.UU.) publicado en Pediatrics.
En concreto, los investigadores han descubierto que los menores aficionados a estas actividades de la Wii no practican más actividad física, ni moderada ni vigorosa, que quienes juegan con videojuegos sentados en el sofá.
Muchos investigadores en salud pública confiaban en que estos videojuegos pudieran ser una alternativa para los juegos y deportes al aire libre, al menos para suplir algo de la actividad que los niños necesitan, sobre todo aquellos que viven en barrios inseguros y no pueden salir a jugar a la calle. Según Tom Baranowski, esperaban que jugar a videojuegos activos «indujera a un incremento sustancial en la actividad física de los niños». Sin embargo, según reconocen en el trabajo, «nos quedamos asombrados por la total falta de diferencia», reconoce.
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