Google nació siendo un simple buscador en Internet que pusieron en marcha dos estudiantes universitarios, Larry Page y Sergey Brin. Después de 14 años de andadura, esa compañía de seis trabajadores se ha convertido en un imperio en el mundo de las tecnologías.
A lo largo de ese trayecto, los fundadores de Google han ido aprovechando todas las oportunidades que se han presentado en el mercado para ampliar los servicios del buscador online. ¿Cómo ha crecido? A través de compras y acuerdos con empresas que le permiten avanzar hacia su meta. Sin embargo, durante ese trayecto, la compañía se ha aventurado por otros caminos desconocidos.
Bajo el lema de renovar o morir, Google ha entrado en el negocio de energías renovables, refrescos, televisión publicidad o móviles. No es que sean aventuras solitarias, sino que todas tienen una relación con la tecnología. El objetivo siempre es crear sinergias.
En el campo de la energía limpia, Google siempre ha mantenido un compromiso con el medio ambiente. Esa defensa se ha traducido en inversiones en empresas como e-Solar o AltaRock. Con una implicaión más directa, la empresa compró dos parques eólicos por 39 millones de dólares el año pasado. Estos proyectos están situados en el Norte de Dakota y tienen capacidad para suministrar energía a 55.000 hogares.
Vehículos limpios y ganadería
Esta es la máxima inversión directa en este campo, el resto son proyectos con ayuda de socios que se han implantado en el día a día de la compañía. Por ejemplo, se atrevió a entrar en la carrera de los vehículos híbridos aportando su tecnología. Su experimento no se quedó en papel mojado. Todo lo contrario. Llego a ser una realidad en su cuartel general, de manera que los empleados lo utilizan para desplazarse de edificios.
Tal es la obsesión por reducir su impacto medioambiental que la empresa ha llegado a alquilar un rebaño de 200 cabras. ¿El objetivo? Limpiar la maleza que hay alrededor de su sede en Mountain View (California) para evitar incendios y fertilizar el campo.
Meterse en la bebida
Otro negocio al que se lanzó Google fue al de la bebida. El gigante sacó al mercado una serie limitada de refrescos denominados Google Gulp! Con cuatro sabores, esta bebida fue promocionada por la compañía como el refresco que "maximiza tu navegación y te hace más inteligente".
Sin tener afición por el negocio inmobiliario, en general, la compañía es propietaria de sus edificios. El año pasado compró un inmueble en Nueva York por 1.800 millones de dólares. Los empleados de la empresa ocuparán la mitad del espacio y el resto lo alquilará, por lo que recibirá unas rentas.
Siguiendo su compromiso medioambiental, Google ha adaptado su cuartel general de California para conseguir esa eficiencia energética. Por ejemplo, instaló una placa solar en su edificio.
Televisión y móviles
Tampoco ha dejado de lado el mundo de la televisión. La compañía sacó un canal de contenidos accesible desde la televisión de casa a través de la instalación de un decodificador. Sin embargo, los expertos creen que el negocio ha sido uno de los fracasos de la compañía debido a los decodificadores.
Por eso, dicen que la compra de Motorola por parte de Google busca relanzar su televisión. Y es que su nueva adquisición desarrolla la tecnología que permite las conexiones a Internet, televisión por cable y ordenadores.
Pero este negocio no será el único que se beneficie de esta operación. Tambien dará un empujón a su actividad en el sector de los móviles, donde la estrella es el sistema operativo Android. La combinación de ambos negocios le permitirán plantar cara a sus máximos rivales: Microsoft y Apple.
Firma de capital riesgo
Biotecnología, biocombustibles, seguros, servicios jurídicos son otros de los negocios en lo que ha puesto una semilla Google. A través de su firma de capital riesgo Google Ventura, la multinacional invierte dinero en el capital de empresas norteamericanas donde hay un potencial de crecimiento.
La idea es dar un apoyo económico a empresas que quieren crecer. Una vez madura esa participación se pone a la venta. Con un presupuesto anual de 100 millones de dólares, los intereses del gigante cruzan la frontera del mundo de la tecnología.
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