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lunes, 8 de agosto de 2011

La prima de riesgo española registra su mejor jornada de la era euro por la intervención del BCE

Ha habido que esperar cuatro días para ver en acción al Banco Central Europeo desde que Trichet amagó con sacar la artillería pesada para ayudar a España e Italia. Pero la caballería, una vez que Alemania ha dado su brazo a torcer, ya está aquí. La prima de riesgo española ha iniciado la semana a la baja y, a las 09.25, se movía sobre los 280 puntos básicos, unos 90 menos que el viernes, cuando cerró en 370 tras una jornada en la que marcó otro récord en la era euro al tocar los 418 puntos básicos. La mejora se produce después de que el Banco Central Europeo (BCE) anunciase ayer que va a adquirir deuda soberana de España e Italia para evitar un contagio de la crisis a estos países y hoy se haya puesto manos a la obra.

Muchos venden, pocos compran
Trichet saca el bazuca y compra deuda de España e Italia

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De hecho, según cinco operadores consultados por Bloomberg, el instituto emisor, después advertir de que su programa para comprar bonos de los países con problemas seguía en marcha, ya se estaría haciendo con títulos de ambos Estados en el mercado secundario de deuda. Gracias a ello, el avance en los títulos emitidos por el Tesoro español, cuyo precio cotiza en sentido inverso a su rentabilidad, está permitiendo la mejor jornada para la prima española desde que España entró en el euro. En concreto, a media mañana, el tipo exigido a los bonos a 10 años se moderaba al 5,3% cuando el viernes acabó el día sobre el 6%, mientras el bono alemán retrocedía por primera vez en las últimas sesiones y se situaba en el 2,5%.

Con el recorte, la prima ha vuelto a los niveles cercanos a los que tenía cuando se cerró el acuerdo de la UE para el segundo rescate a Grecia, cuando llegó a bajar a 266 puntos básicos-. No obstante, desde el 22 de julio hasta hoy el diferencial ha mantenido una tendencia ascendente por las dudas sobre las medidas acordadas para reforzar las herramientas europeas contra la crisis. Estas decisiones -incrementar la capacidad del fondo de estabilidad europeo, aumentar sus funciones para que compre deuda de los países con problemas o dar créditos a la banca-, son precisamente las que benefician a España Italia. No obstante, no se pondrán en marcha hasta después del parón vacacional, de ahí que el BCE fuese el único salvavidas que podía llegar a tiempo para poner fin a este nuevo episodio de turbulencias en los mercados.

La prima de riesgo italiana, por su parte, se mantenía sobre la española tras adelantarla el pasado viernes. En concreto, el diferencial entre los bonos italianos a 10 años y los alemanes se movía a media mañana sobre los 288 puntos básicos, unos 86 menos que al cierre de la semana pasada.

La euforia se diluye en las Bolsas

El Ibex se ha sumado a las buenas noticias y ha celebrado los avances en la deuda con un importante rebote durante las primera horas del día. Así, a pocos minutos de las 10.00 repuntaba más de un 3,3%, aunque un cuarto de hora antes había llegado a subir un 3,8%, lo que le ha permitido recuperar transitoriamente la cota psicológica de los 9.000 puntos. Entre sus valores, las mayores ganancias se registraban en la banca, donde Santander y BBVA se apreciaban más de un 6%. No obstante, el selectivo ha moderado las subidas a partir de ese momento y, tras el mediodía, ha entrado en rojo arrastrada por las pérdidas en algunos casos abultadas del resto de Europa. A las 12.35 estaba en tablas.

Para que llegue la calma, aunque sea aparente, los inversores, los analistas o los corredores de Bolsa, en definitiva, los agentes del mercado, exigen hechos. El viernes un rumor corrió como la pólvora por los parqués. El Banco Central Europeo (BCE) había pedido precio para comprar deuda italiana y española. Bastó para que los mercados aflojaran la presión sobre la prima de riesgo de estos países, que habían marcado nuevos máximos, y para que las Bolsas subieran, momentáneamente eso sí. Hoy los ojos mirarán en la misma dirección. Y ahí hay que enmarcar la intervención "significativa" anticipada anoche el BCE, que por otra parte hoy deberá confirmar sus compras de la semana pasada, si realmente tuvieron lugar.

De la decisión de Fráncfort, y de lo que el BCE entienda por "significativa" depende en buena medida que esta semana no se convierta en otra Semana de Pasión en pleno agosto. De momento, está cumpliendo con su objetivo, aunque el hecho de que en agosto haya menos actividad intensifica los movimientos en las rentabilidades y aumenta la volatilidad en la renta variable. La pasada ya se saldó como la peor desde noviembre de 2008 si se toma como referencia el índice paneuropeo EuroStoxx 600. El índice selectivo español, el Ibex 35, perdió casi el 10% de su valor y cayó hasta los 8.671 puntos, el nivel más bajo desde junio del año pasado. No obstante, Trichet y su bazuca ya están aquí.

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