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martes, 12 de julio de 2011

BANKIA MAL EN LA BOLSA

Internet hierve contra Bankia. La campaña de publicidad con que los responsables del banco de Cajamadrid y Bancaja han querido animar a los ahorradores a invertir en acciones de la que será su nueva entidad cotizada se ha convertido en el arma de un nutrido grupo de indignados que no quieren ser bankeros y sí personas, como dice el trending topic que han impulsado en los últimos días.

La presión, sin embargo, empezó antes. El viernes ya se registraron los primeros mensajes en twitter en los que se criticaba con dureza el contenido de esta promoción. De hecho, la intención declarada por los impulsores de esta acción en la Red es, según fuentes cercanas al movimiento 15M, construir en torno a los anuncios una verdadera anticampaña publicitaria.

Una acumulación de acciones virales simultáneas en la que no sólo se trataría de criticar a Bankia, el objetivo es dar una visión descarnada de todo el proceso de reforma del sector financiero que han impulsado el Gobierno y el Banco de España, con la aquiescencia de los partidos, los sindicatos y los gestores de las cajas de ahorro que aspiran a seguir en sus puestos.

La indignación no se ha limitado a acciones virales en la Red, también trascendió a otros medios, como el contestador abierto del pograma Siglo XXI de Radio Tres, en el que los parlamentos contrarios a estos anuncios casi monopolizan, desde el pasado viernes, el tiempo previsto para estas cuñas espóntaneas que elaboran los oyentes. Para algunos observadores ese fue el punto de arranque. Y esa lluvía fina incial se ha tornado en chaparrón.

Hoy los internautas intecambian vídeos virales de la campaña oficial con los audios cambiados para dejar patente su enfado. Uno de ellos, responsabilidad de Implicate.org ha tenido especial fortuna. Quizá por la claridad de su mensaje y la visión que da esta polémica reforma financiera que serviría al final, según explican los autores de este montaje audiovisual, para que las cajas, un bien de propiedad pública, pase a manos privadas, mientras que los directivos responsables de su caída se mantiene en su puesto y se aseguran unas retribuciones escándalosas.

El ataque también utiliza métodos ya más tradicionales como los envíos masivos de correo electrónico. En ellos se repiten algunos estribillos que empiezan a consolidarse como cantinelas populares. Frases como "Al pasar por Bankia, me dijo el bankiero, abrete una cuenta dame tu dinero" o "Por 1.000 euros te admiten como bankero, con menos de 2.000 en la cuenta te penalizan como cliente", son rettwiteadas hasta la extenuación y saltan de correo en correo a velocidad de vértigo.

Eficaces antiesloganes que, sin duda, le van a amargar la vida tanto a la agencia de publicidad que diseñó la campaña de Bankia como a los más altos responsables de su equipo directivo al frente con Rodrigo Rato y José Luis Olivas a la cabeza.

Las características de la campaña son, precisamente, para algunos profesionales consultados, las que habrían dado pie a lo sucedido. Para empezar, es antigua, dicen. Los anuncios dibujan una españa idílica de profesionales y ahorradores que se corresponde con el momento anterior a la crisis y no con la coyuntura actual en la que España bate récords de paro y se encuentra al borde de un rescate financiero.

En estos ambientes, tampoco se entiende demasiado bien que los departamentos de marketing de las cajas de ahorros relacionadas con Bankia no hayan preparado un esquema de defensa ante la posibilidad, siempre latente, de que se desarrollará un ataque de estas características.

Además, los publicitarios, según otras fuentes, han provocado la ira de los sectores más radicales del movimiento al haber utilizado la k intervocálica como señal identificativa, una letra ligada a los sectores antisistema tradicionales, desde los okupas a los makineros, por ejemplo.

De hecho, muchos de estos colectivos se han apresurado a recuperar su letra insignia. Hoy mismo, el movimiento 15 M de Valencia ha preparado una acción callejera contra los espeKuladores, convocada ayer. Se trata de empapelar las sucursales de Bancaja, entidad que forma parte de Bankia, con letreros en los que la palabra persona se situe por encima de bankero.

Los carteles, en formato pdf, están disponibles en la red desde el pasado fin de semana con idea de que la acción se realice por toda España. El hecho de que se inicie hoy en Valencia es para que coincida con la posible decisión del Tribunal de Justicia de esta comunidad autonoma de sentar en el banquillo a su actual presidente, Francisco Camps, por un presunto delito de cohecho impropio cometido al aceptar unos trajes que le habrían regalado los miembros de la red Gurtel.

Mientras, el propio proceso de salida a Bolsa se complica. Para algunos, el próximo viernes puede producirse una verdadera hecatombe si, en el caso de que su publiquen tal y como está previsto los resultados de las pruebas de resistencia de la banca europea, banca suspende por segunda vez, a pesar de haber recibido ya ayudas públicas.

La posibilidad de tirar a la baja del precio de salida de la colocación es limitada. Entre otras cosas, porque con un descuento que ronda ya el 50% del valor en libros, habría quien interpretase que Rato y Olivas han regalado el banco a los nuevos dueños que afloraran una vez culminada la colocación. Nada bueno para los tiempos que corren.

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