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domingo, 19 de junio de 2011

Los Estados Unidos ponen trabas para la importación del jamón ibérico

Fueron necesarios diez años de dedicación e inversiones para conseguir finalmente que embutidos Fermín fuera el primer, y único por el momento, matadero homologado español para exportar a Estados Unidos. A pesar de que este país no tiene cerradas las puertas a los productos derivados del cerdo, la realidad es más engañosa, ya que las barreras higiénico-sanitarias se han convertido en un muro comercial, al exigirse a las empresas extranjeras unos controles extremadamente rigurosos, que las locales no tienen que cumplir, y que hace que pocas empresas decidan acometerlos por sus costes en tiempo y dinero.

Barack Obama jamon iberico

Algunas explicaciones de esta situación se encuentran en el desconocimiento en el país americano de las cualidades y de la seguridad microbiológica del jamón ibérico, que ha habido que demostrar y divulgar a través de diversos estudios e informes, y quizás también en el hecho de que aunque este alimento no entra en competencia directa con ningún otro producto local, sí lo es en cierta manera de los jamones italianos, cuyas empresas precisamente tienen un poder importante dentro del mercado local de la alimentación, tanto en la restauración como en la distribución.

No obstante, la causa principal de este retraso se debió a que las autoridades estadounidenses retiraron, tras una visita en 1997, la autorización para exportar a aquel país al único matadero español que por aquel entonces contaba con ella y, por ende, la potestad de autorizar mataderos al Ministerio de Sanidad español. Desde entonces, las pocas empresas españolas autorizadas que han exportado jamón serrano u otros productos elaborados a Estados Unidos han tenido que abastecerse de materia prima procedente de cerdo blanco (por tanto el jamón no es ibérico) sacrificado en otros mataderos homologados de la Unión, pero los productos ibéricos no han podido ser exportados allí al no existir esta raza más allá de nuestras fronteras.

Esto supuso que la siguiente instalación en conseguir esos certificados tuviera que cumplir múltiples exigencias y llevar a cabo un largo proceso, “puesto que no solo implicaba la autorización a Embutidos Fermín, sino que significaba la devolución de esa potestad de autorización al Ministerio, con el beneficio que además representaba para el sector”,la homolación de los productos derivados del cerdo ibérico se consiguio en 2005, desde entonces la firma de la alberca ha conseguido exportar unas 20000 piezas entre jamones y paletas.

El primer problema fue la homologacion del producto(10 años se tardó en homologarlo), pero la sigueinte piedra con la que ha podido toparse Fermín es el desconocimiento por parte de la población norte americana de este producto,eso en términos empresariales significa que necesita una gran suma de dinero para introducir realmente el producto.

El mercado del jamón curado en EE.UU. se encuentra en torno a los 380 millones de dólares. El 57% del mercado total, son importaciones de jamones curados que provienen de Canadá, Italia y España, el 75 % proviene del proscioutto cuya penetración en este mercado es mucho mayor y es el principal competidor del jamón serrano.

El mercado de las carnes procesadas en EEUU es uno de los mayores del mundo y su tamaño a nivel de distribución, representa 44.000 millones de dólares. Dentro de este mercado hay un segmento de carnes curadas que es bastante más pequeño y que, en términos de importación, supone alrededor de 73 millones de dólares a precios FOB (219 millones de dólares a precios del consumidor).

En EE.UU. el término “español” (spanish) se identifica con hispano, es decir, latinoamericano. Los productos de origen latinoamericano se perciben como productos de baja calidad y, por ello, a la hora de introducir en este mercado productos españoles como el jamón serrano, es más conveniente usar la expresión from Spain o, simplemente, la palabra Spain.

Desde hace algunos años se observa una tendencia entre cocineros, restauradores, periodistas gastronómicos y, en menor medida, entre consumidores, de apreciación y reconocimiento de la cocina y de los alimentos españoles. A este aumento de popularidad de los productos agroalimentarios españoles ha contribuido el excelente momento que atraviesa la cocina española en el plano internacional, identificada en algunos cocineros “estrella”, unos asentados en España – Ferrán Adrià, Sergi Arola, Juan María Arzak – y otros en EEUU – José Andrés(cocinero asociado a Fermin).

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