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jueves, 5 de mayo de 2011

Trabajadores y directivos ultiman la compra de Quesería Menorquina por un simbólico euro

La situación de Quesería Menorquina está cerca de dar un vuelco trascendente. Los administradores concursales de Carcesa, la filial de Nueva Rumasa que tiene el 100% de las acciones de la histórica fábrica mahonesa, están a punto de cerrar el traspaso de dichas acciones a los directivos y trabajadores menorquines por el precio simbólico de 1 euro, según informaron ayer fuentes cercanas a una operación que desembocaría en la creación de una sociedad laboral y que buscaría el mantenimiento del máximo de puestos de trabajo posible.

La negociación, que las partes ni confirmaron ni desmintieron por prudencia ante el riesgo de que pueda quebrarse, está en una fase final que podría concluir el próximo lunes, según revelaron ayer a Efe fuentes conocedoras de la misma, después de que el secretario general de la Federación Agroalimentaria de CCOO, Jesús Villar, asegurase por la mañana que existe un «compromiso de compra» y que «se está trabajando intensamente para que se materialice», aunque sin mayor detalle.

Será el próximo lunes cuando se cerrarán los últimos flecos de una operación de venta que en todo caso deberá ser comunicada al juzgado al encontrarse la empresa en situación concursal. Tras la necesaria autorización judicial, sería comunicada a unas partes que, sin embargo, y aunque no se pronuncien al respecto, estarían al corriente ya que en los últimos meses trabajan intensamente en la búsqueda de soluciones.

De ese modo, los administradores de Carcesa se liberarían de una fábrica que se encuentra en suspensión de pagos y que conlleva el riesgo de tener que hacer frente a los pasivos de la empresa en el hipotético caso de que se produjese un cese de las relaciones laborales. Riesgo al que a partir de la venta simbólica tendrán que hacer frente los nuevos propietarios, tanto los trabajadores como los directivos, que cuentan con la confianza de los primeros.

El precio de la operación, 1 euro, responde al escaso valor de la fábrica en la situación en que se encuentra (incluso negativo), teniendo en cuenta que el inmueble fabril está hipotecado por valor de 15 millones de euros. En cuanto a al futuro financiero de la empresa, Villar reveló también que «hay un plan de viabilidad bastante avanzado».

La creación de una sociedad laboral supondría que los trabajadores, pese a ser asociados, podrían recibir la prestación por desempleo en el caso de despido. Aunque la posibilidad de un ERE temporal sigue viva, serían los nuevos gestores los encargados de valorarla.

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