No hay salida, no way out: esta final del Madrid Open (18:30 horas, Caja Mágica), es el mejor partido que hoy se puede dar en este mundo. Un duelo de los que hacen Historia. Nadie ha podido ganar en 2011 a Novak Nole Djokovic, número dos de la ATP, que ha arrancado el año con... 31 triunfos consecutivos. Pero Djokovic aún no ha sabido vencer sobre una pista terrícola o terrestre a Rafael Nadal, número uno: en el planeta de la tierra es 9-0 para Nadal, que en la semifinal de 2009 facturó aquí mismo a Djokovic una derrota tan memorable... que aún escuece a Nole.
Para sellar su nuevo cara a cara, Nadal y Djokovic tuvieron que pasar ayer dos semifinales tan duras como cabe proponer. Nadal necesitó tres sets y 156 minutos ante el ilustre Roger Federer: 5-7, 6-1, 6-3. Tras la batalla nocturna del viernes ante la muralla de Ferrer, Djokovic se las tuvo tiesas con el emergente zurdo brasileño Thomaz Bellucci, que sigue los pasos de Guga Kuerten: 4-6, 6-4 y 6-1 para Djokovic, en dos horas y nueve minutos. Entre cuartos y semifinal, Nadal ha pasado en pista tres horas y 51 minutos; Djokovic, cuatro horas y 37 minutos. Alguna vez, en algún momento, Djokovic tendrá que perder. Si no le toca hoy...
Tras superar el 29-0 del arranque de Ivan Lendl en 1986, Djokovic persigue ahora (además de los 1.000 puntos del título en la Caja Mágica y un tremendo mordisco al liderato de Nadal) las huellas de Bjorn Borg, que ganó 33 partidos en serie para empezar su último gran año en el circuito: 1980. Entonces, Borg acabó perdiendo con el zurdo Vilas, supremo especialista terrícola (y en princesas de Mónaco), en la Copa del Mundo de Düsseldorf. Más allá quedan los 42 éxitos iniciales de John McEnroe: 1984. Y, ¿quién o qué cortó la racha de SuperMac? La pegada inhumana, el físico de Terminator y la brutal disciplina de Ivan Lendl, todo junto, en la finalísima de 1984 en Roland Garros: la peor derrota de McEnroe.
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