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domingo, 1 de mayo de 2011

EXTREMADURA CRECE EN PATENTES

La primera vez que algún artefacto novedoso que viene a facilitarnos la vida cae en nuestras manos casi todos nos planteamos la misma pregunta: ¿por qué no se me habrá ocurrido esto a mí? No en vano la mayoría de los 'inventos' que van surgiendo a lo largo de la historia son fruto de las necesidades que, con el paso de los años, cambian o se reciclan. Solo unos pocos se adelantan a su tiempo y se deciden a convertirse en sus creadores.
El año pasado 30 extremeños registraron sus ideas en la Oficina Española de Patentes y Marcas. Con ello, se aseguran la propiedad industrial de las mismas, lo que supone la adquisición de un conjunto de derechos exclusivos que protegen tanto la actividad innovadora manifestada en los nuevos productos, procedimientos o diseños, como la actividad mercantil, mediante la identificación en exclusiva de productos y servicios ofrecidos en el mercado.
El dato, aunque puede parecer poco abultado, supone un incremento del 30,4% con respecto al año anterior, cuando solo inscribieron sus 'productos' 23 habitantes de la región. En ese momento, la comunidad autónoma ostentaba una desviación con respecto a la media española del -72,7%.
El discreto aumento del último año posiciona la región en una mejor marca, alejada todavía de la media nacional y de un buen puñado de comunidades autónomas.
La falta de información y la excesiva burocratización del proceso son dos de las principales causas que frenan a los inventores del siglo XXI.
En la región hay tres centros regionales de información en propiedad industrial dependientes de la Consejería de Economía, Comercio e Innovación. Están ubicados en Mérida, Cáceres y Plasencia y su función es facilitar en todo lo posible el camino para los nuevos creadores.
Algunos consiguen resolver todos los trámites en menos tiempo del que esperaban, como Gema Plata, de Villar del Rey, y José Javier Sánchez, de Jarandilla de la Vera. Otros, como Sebastián Molina, consideran que el camino es demasiado largo y muy escasos los frutos recogidos. Estas son sus historias.

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